178. RIU, RIU, CHIU
RIU, RIU, CHIU, LA GUARDA RIBERA,
DIOS GUARDE EL LOBO DE NUESTRA CORDERA.
El lobo rabioso la quiso morder,
Mas Dios poderoso la supo defender,
Quizole hazer que no pudiesse pecar,
Ni aun original esta virgen no tuviera.
Este qu’es nasçido es el gran monarcha,
Christo patriarca de carne vestido.
Hanos redimido con se hazer chiquito,
Aunque era infinito, finito se hiziera.
Este viene a dar a los muertos vida,
Y viene a reparar de todos la cayda;
Es la luz del dia aqueste moçuelo,
Este es el cordero que San Juan dixera.
Muchas profecías lo han profetizado,
Y aun en nuestros días, lo hemos alcançado,
A Dios humanado vemos en el suelo,
Y al hombre en el cielo porque el lo quisiera.
Mira bien que os cuadre que ansina lo oyera,
Que Dios no pudiera hazerla mas que madre;
El qu’era su Padre, oy d’ella nasçio,
Y el que la crio, su hijo se dixera.
Yo vi mil garçones que andavan cantando.
Por aqui bolando haziendo mil sones,
Diziendo a gascones, gloria sea en el cielo,
Y paz en el suelo pues Jesús nasçiera.
Pues que ya tenemos lo que deseamos,
Todos juntos vamos presentes llevemos;
Todos le daremos nuestra voluntad,
Pues a se igualar con nosotros viniera.