117. SEÑOR, DIOS NUESTRO
SEÑOR, DIOS NUESTRO,
QUÉ ADMIRABLE ES TU NOMBRE
EN TODA LA TIERRA, EN TODA LA TIERRA.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado.
¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles;
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies.
Rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
todo lo sometiste bajo sus pies.