96. PEQUEÑA MARÍA

María, pequeña María,
tú eres la brisa suave de Elías,
el susurro del Espíritu de Dios.
Tú eres la zarza ardiente de Moisés
que llevas al Señor y no te consumes.
Tú eres «el lugar junto a mí»
que mostró el Señor a Moisés,
tú eres la hendidura de la roca
que Dios cubre con su mano
mientras que pasa su gloria.

VENGA EL SEÑOR CON NOSOTROS,
SI HEMOS HALLADO GRACIA A SUS OJOS;
ES CIERTO QUE SOMOS PECADORES,
MÁS RUEGA TÚ POR NOSOTROS,
Y SEREMOS SU PUEBLO Y SU HEREDAD.

María, pequeña María,
hija de Jerusalén,
Madre de todos los pueblos,
Virgen de Nazaret.
Tú eres la nube del desierto
que protege la marcha de Israel,
tú eres la tienda de la reunión,
el arca que lleva la alianza,
el Santuario de la gloria del Señor.