79. MARTÍN, EL MÁS PEQUEÑO

SAN MARTÍN DE PORRES ORABA Y TRABAJABA,
SIENDO EL MÁS PEQUEÑO PARA TODOS,
MAS POR SU FE LLEGÓ A SER
EL MÁS GRANDE PARA DIOS.

La humildad fue el don que Dios te regaló,
repartiéndolo a todos los de alrededor,

siempre constante en la oración,
pidiendo por todos a Dios.

Desde pequeño educado en la fe,
ayuda a todos y al hambriento da de comer,
obedeciendo en el convento,
siendo el último y barriendo.

A los enfermos ayudas también en su fe,
dando la vida a todos los que tienen sed,
con una sonrisa sirviendo,
siempre tu espíritu contento.

En tu boca siempre la Palabra del Señor,
que predica el gran amor de nuestro Dios,
transformando su corazón
y encuentran en Dios el perdón.