7. AL ATARDECER DE LA VIDA

Al atardecer de la vida
me examinarán del amor.
Al atardecer de la vida
me examinarán del amor.

Si ofrecí mi pan al hambriento,
si al sediento di de beber,
si mis manos fueron sus manos,
si en mi hogar le quise acoger.

Si ayudé a los necesitados,
si en el pobre he visto al Señor,
si los tristes y los enfermos
me encontraron en su dolor.

Aunque hablara miles de lenguas,
si no tengo amor nada soy.
Aunque realizara milagros,
si no tengo amor nada soy.

Lector:
Venid, benditos de mi Padre,
tuve hambre y me disteis de comer,
estaba solo y me acompañasteis,
estaba triste y me alegrasteis,
estaba feliz y sonreísteis conmigo.
Venid, benditos de mi Padre.