Volver…

Es hora de recoger, hacer maletas, desmontar escenarios… alguna lagrimilla cae. Poco a poco van llegando los niños para el desayuno. Hay ambiente de despedida. Y es que cuesta irse.

Llegamos el 21. No sabíamos como iba a ir. El año pasado tuvimos que cortar por el covid. El anterior no pudimos hacer nada. Todavía hay muchos casos. El calor estaba provocando muchos incendios…

Pero nada, Dios ha querido que este año todo saliera muy bien.

Pudimos ver la historia de José, el rey de los sueños, completa. Fue muy gracioso ver a los niños metidos en la historia. Hasta se enfadaron con María, que hacía de la mujer de Putifar, y no querían hablarle.

Los azulitos vuelven emparejados. Algún otro también. A ver cuanto duran. Ya sabéis, el verano… los chicos se enamoran…

No queda más que dar gracias a Dios. Nos ha precedido, nos ha bendecido, qué más pedir.

Ahora, los mayores nos vamos a hacer el camino de Santiago. Allí también nos espera el Señor.