Amaos como Cristo ama a la Iglesia

Entre todas las tradiciones y religiones del mundo, solamente en una única tribu de África, de Kenia concretamente, se permitía al hombre tener relaciones sexuales con una mujer antes del matrimonio, para “probar” a la mujer… nos contaba ayer Jesús, un joven y muy majo sacerdote que invitó nuestro párroco para hacer el taller afectivo sexual que solemos hacer en semana santa.

El padre Jesús Silva es experto en estos temas, ha estudiado mucho y ha escrito dos libros que están teniendo mucho éxito: Sexo, cuándo y por qué y Virginidad 2.0.

Fue una sorpresa la cantidad de jóvenes que se apuntaron, éramos unos ochenta.

En la primera parte de la exposición, que fue muy amena, hablamos sobre el sentido del sexo, el fin para el cual Dios lo creó, que es la unión en el amor de los esposos y la fecundidad. Por ser algo tan bueno, Dios lo ha provisto de placer, para que el matrimonio pueda disfrutar en el amor.

Después de un descanso, pudimos hacer todas las preguntas que queríamos. Se armó un diálogo muy agradable sobre este tema, que a veces es controvertido, porque se ha perdido su profundidad, reduciéndolo y convirtiéndolo en algo efímero. El sexo es un regalo de Dios, que nos ama y quiere hacernos partícipes de este amor.

Esta es una idea que, después de que Don Jesús nos lo ha explicado, nos ha quedado muy clara.