126. TARDE TE AMÉ

TARDE TE AMÉ, BELLEZA INFINITA,
TARDE TE AMÉ, TARDE TE AMÉ,
BELLEZA SIEMPRE ANTIGUA Y SIEMPRE NUEVA.

Y supe Señor que estabas en mi alma
y yo estaba fuera, así te buscaba
mirando la belleza de lo creado.

Tú estabas conmigo más yo buscaba fuera
y no te encontraba, era un prisionero
de tus criaturas lejos de Ti.

Señor Tú me llamaste, tu voz a mí llegó
curando mi sordera, con tu luz brillaste
cambiando mi ceguera en un resplandor.

Hasta mí ha llegado aroma de tu gracia
por fin respiré, Señor yo te he gustado
siento hambre y sed ansío tu paz.