94. PESCADOR DE HOMBRES

Tú has venido a la orilla,
no has buscado ni a sabios ni a ricos,
tan sólo quieres, que yo te siga.

SEÑOR, ME HAS MIRADO A LOS OJOS,
SONRIENDO, HAS DICHO MI NOMBRE,
EN LA ARENA, HE DEJADO MI BARCA
JUNTO A TI, BUSCARÉ OTRO MAR.

Tú sabes bien lo que tengo
en mi barca, no hay oros ni espadas,
tan sólo redes y mi trabajo.

Tú necesitas mis manos,
mi cansancio que a otros descanse
amor que quiera seguir amando.

Tú, pescador de otros mares,
ansia eterna de almas que esperan,
amigo bueno, que así me llamas.