77. MAGNÍFICAT

El SEÑOR HIZO EN MÍ, MARAVILLAS,
¡GLORIA AL SEÑOR!

¡Engrandece mi alma al Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador!
Se inclinó a la pequeñez de su esclava;
desde ahora dichosa, me dirán todos los siglos.

Maravillas hizo en mí el Poderoso
y Santo es su Nombre.
Su bondad por los siglos de los siglos,
para aquellos que le temen.

Desplegó fortaleza su brazo,
dispersó a los soberbios.
Derribó a los potentados de los tronos,
y encumbró a los pobres.

A los hambrientos llenó de bienes
y a los ricos despidió vacíos.
Acogió a Israel su siervo,
recordando su bondad.

Según habló a nuestros padres
en favor de Abraham y su linaje para siempre.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.